En verano, nos encanta comer helados, y en este artículo queremos explicarte cómo hacer helado casero y saludable. Puedes hacer tu helado casero de frutas, helados caseros light, o helado de yogurt o yogur helado especial para niños, así como sorbetes. Son ideales tanto para combatir el calor entre horas como para tomar a modo de postres caseros.
Ponte manos a la obra y prepara helados caseros sanos y fáciles para disfrutar de un verano de lo más saludable.
Beneficios de comer helado casero
El helado, si es casero mucho mejor. Si queremos comer tener una alimentación saludable tenemos que preparar nuestro propio helado casero. Así nos aseguramos de elegir ingredientes de calidad, y evitar los aditivos que muchas veces se incorporan en los helados industriales para potenciar su sabor o alargar la fecha de caducidad.
Además, uno de los ingredientes básicos en la preparación del helado es el azúcar, no solo porque le da un sabor más dulce sino porque este ingrediente baja el punto de fusión del helado. Eso significa que el agua con azúcar disuelta no se congela a 0 grados, sino a menos, según la cantidad de azúcar. Al preparar helado casero en casa, podemos sustituir parte de este azúcar por ingredientes más saludables y evitar el consumo excesivo.
Helados caseros y sorbetes de frutas ecológicas: pasos basicos
Estas recetas de helados de frutas son la opción más saludable además de ser súper fáciles. No hace falta añadir azúcares o sustitutivos del azúcar ya que el sabor se lo da la fruta 100%.
Es uno de los métodos para hacer helado más saludable para los niños, y su preparación con ellos se puede convertir en un juego, el juego de preparar helados caseros.
PASO 1: Elige tu base para el helado
Prepara tu base para el helado: puedes hacer tu base para el helado con diferentes ingredientes. Aquí tienes 2 opciones:
- Plátano congelado: utiliza plátanos maduros. El plátano es una fruta dulce pero de sabor bastante plano y es un buen sustituto de la crema de vainilla que se utiliza en los helados tradicionales como base por su sabor y por su textura. Congélalo en rodajas pequeñas
- Yogur congelado: el yogur es también una muy buena base. Si quieres un helado muy cremoso, elige el yogur griego por la cremosidad extra que aporta, pero si utilizas un yogur más ligero restarás algunas calorías y tendrás un helado light. Remueve el yogur con unas varillas hasta obtener una crema ligera y homogénea y ponlo a congelar. Si quieres un sabor más dulce añade un poco de miel a tu mezcla.
PASO 2: Elige las frutas para dar el sabor a tu helado o sorbete
Congela tus frutas elegidas: debes cortar las frutas en pedacitos pequeños y colocarlas en el congelador.
El truco es cortar más cantidad de la que utilices en una sola vez para que puedas preparar helado varios días sin esperar a congelar de nuevo. Clasifica las diferentes frutas en pequeños recipientes y úsalas durante esa misma semana.
PASO 3: Tritura la mezcla
Bate tu base de helado junto con las frutas congeladas hasta que quede una textura cremosa pero sin pasarte, porque sino quedará batido. Puedes utilizar una procesadora de alimentos, una batidora o una máquina tipo termomix.
Dependiendo de la máquina de la que dispongas en casa deberás encontrar el punto óptimo para obtener la textura deseada.
PASO 4: Dale un toque de cremosidad o de ligereza
Llegado este punto, puedes dar a tu helado una textura más cremosa o más ligera dependiendo del líquido que le añadas:
Si lo que quieres es un helado cremoso, añade leche de coco pura para obtener una textura más cremosa, parecida al helado tradicional. Una opción más ligera es añadir leche o leche vegetal. Cuanto más ligero sea el ingrediente, menos cremosidad tendrá el helado.
Para obtener una textura más de sorbete, añade zumo de limón o de manzana, o una infusión, de sabor acorde a tu receta elegida.
Normalmente la proporcion es de 400 g de fruta congelada por 100 g de liquido frío.
PASO 5: Añade tu topping
Una vez tengas la textura deseada, ya puedes añadir el topping. Te recomendamos añadir superalimentos, como pueden ser los arándanos, ricos en antioxidantes y vitamina C, puntas de chocolate puro, rico en magnesio, o maca, muy rica en aminoácidos.
¡Y a disfrutar!
Recetas de helados caseros para todos los gustos
A continuación te explicamos algunas recetas de helados caseros, una variedad de recetas fáciles para hacer de tu cocina una auténtica heladería.
Recetas fáciles de helados caseros saludables
Receta helado de plátano y fresa
Ingredientes
- 1 platano maduro, pelado, cortado en trozos congelados
- 110 gramos ( 3/4 taza) de fresas congeladas
Preparación
Coloca el plátano congelado y las fresas en un procesador de alimentos o batidora y bate hasta que esté suave. Sirve inmediatamente para obtener una consistencia suave o coloca la mezcla en un recipiente hermético y congela durante un par de horas para conseguir una textura más consistente para hacer bolas de helado.
Esta es la receta básica y más conocida de helado casero, sin gluten, sin leche, y vegetariana.
Yogur helado de fresa
- 1 plátano bien maduro, en rodajas
- 1 yogur de vainilla orgánico, previamente congelado
- 1 cucharada de miel natural, o al gusto
- 1 taza de fresas congeladas
Preparación
Mezclar el plátano, el yogur y la miel en una batidora hasta que el plátano esté bien mezclado
Añadir las fresas y mezclar a baja velocidad durante 30 segundos o hasta que esté espumoso.
Verter en vasos transparentes y servir frío.
Si no has podido congelar antes los ingredientes, puedes usarlos a temperatura ambiente pero añadiendo una taza de hielo.
Receta de helado de jengibre y arándanos
Ingredientes para 2 personas
- 2 plátanos congelados
- 170 gramos de arándanos congelados
- 1,27 cm de jengibre fresco o media cucharadita de jengibre en polvo
- 57 g anacardos
- 2 cucharaditas de jugo de limón
- 4 cucharadas de leche de almendras
Preparación
Mezcla todos los ingredientes en una batidora a alta velocidad o una procesadora. Ten paciencia y apisona los ingredientes hasta obtener una consistencia espesa sin añadir más líquidos.
Puedes congelarlo o servirlo enseguida. Añade arándanos como topping.
Este helado es totalmente libre de lácteos.
Moldes para preparar helados caseros
Elige el molde más adecuado para tus helado y disfruta de helados caseros y saludables para toda la familia:
Historia del helado casero
Se dice que Alejandro Magno ya consumía la nieve con el néctar y la miel. En los tiempos antiguos, el helado era un postre real reservado sólo para la clase alta.
El helado se produjo por primera vez en China alrededor de 2000 aC a partir de arroz ligeramente hervido, hierbas y leche que se dejaba en la nieve para que se congelara. Era un producto considerado como golosina y que se vendía en aquella época por las calles de Pekín.
Fue Marco Polo (1254-1324) en uno de sus viajes quien importó la idea del helado desde China a Italia. En 1533, cuando Catalina de Médicis se casó con Enrique II de Francia, se introdujo un postre congelado hecho de una crema dulce, que se parecía mucho a los helados de hoy. El helado era privilegio exclusivo de los ricos; que era muy caro de hacer porque el hielo era muy difícil de garantizar en el verano.
Alrededor de 1560, el médico español Blas de Villafranca, residente en Roma, inventó un medio de conservar el hielo por más tiempo que lo normal, e incluso de aumentar su poder congelador. El secreto era sencillo: añadir sal (nitrato de potasio). Este pequeño e ingenioso hallazgo permitió el uso de los pequeños “armarios de nieve”, modelo más antiguo conocido de lo que hoy llamamos nevera.
Fueron los franceses quienes innovaron con la técnica de producción de helado hecho con leche y huevos en el siglo XVIII. En Estados Unidos el helado se introdujo en el siglo XIX, y la producción industrial de helados se hizo mucho más fácil con la introducción de la máquina de helados en 1843, tanto en Estados Unidos como en Inglaterra, llegando a ser tan popular, que el final de la Segunda Guerra Mundial se celebró con helados.